Acabo de terminar de leer un excelente libro: “El Bucardo de los Pirineos” de Kees Woutersen.
Creo que es un libro de obligada lectura. Me ha maravillado de principio a fin.
El autor ha recopilado una serie de datos históricos sobre la existencia de este animal que hacen recorrer al lector a través del tiempo para explicar detalladamente lo poco que hemos cuidado esta especie ya extinta. Sirve para reflexionar sobre las actuaciones humanas y darnos cuenta de cómo nos vamos cargando las especies y la biodiversidad de nuestro planeta, por la dejadez, el uso abusivo de la caza, la falta de planes de conservación, la ausencia de planificación o el control minucioso de los hábitats. No hay que irse a la Antártida; esta extinción es “de casa” y nosotros somos los únicos culpables.
A la entrada del albergue “El ultimo Bucardo” situado en Linás de Broto hay un cartel que hace mención a este animal. En él se puede leer:
“La caza abusiva hace que en 1860 el Bucardo (Capra pirenaica pirenaica Schinz) desaparezca de la zona francesa y en España se limita a los macizos de la Maladeta y el Monte Perdido (Huesca). Hacia 1910 desaparece del Macizo de la Maladeta quedando unas decenas de ejemplares relegados a la zona de Monte Perdido. En 1918 se prohíbe su caza cuando ya quedan menos de 40 ejemplares. En 1994 de inicia el Plan de Recuperación del Bucardo, cuando el número de ejemplares podían rondar la decena. Fue un fracaso. El ultimo bucardo fue una hembra que murió aplastada por un árbol en Ordesa, en los primeros días del año 2000. Fin de una especie, víctima de la desidia humana.”
La semana pirenaica de este año me ha servido para reflexionar y añorar, incluso sin conocer, esta especie. Mientras caminaba por las rocas me imaginaba sus miradas, como si fueran rebecos de nuestros Picos de Europa.
Creo que debemos cuidar incluso nuestra riqueza extinta. Como dice Kees, “si queremos preservar especies para el futuro, y no caer en los mismos errores, deberíamos recordar los animales extintos y considerarlos como un patrimonio. Deberíamos recordar el bucardo por lo que era”.
Por esto, por todo el trabajo de investigación que ha realizado el autor, y por lo ameno de su lectura, os recomiendo este libro.
Parece que el bucardo estaba llamando a mi puerta para descubrirlo y saber más de él. Hace poco recibí el nuevo libro fotográfico “Las Montañas de Celia” del fotógrafo Iñaki Relanzón. Se trata de un particular homenaje que este autor ha realizado al bucardo, mostrando paisajes y detalles de lo que fue todo ese paraíso pirenaico donde se asentaba esta especie. Otra recomendación que os hago si os gusta la fotografía de naturaleza.
En definitiva, ¡para reflexionar! (y aprender, por supuesto).
Me despido con una frase extremadamente dura que se podía leer en el mismo cartel que menciono más arriba (reproduzco literalmente):
Distribución: “Es (era) un endemismo del Pirineo. Tamaño actual de la población: Cero (0)”.